La mirada de un adolescente que se saco su mochila en el colectivo me hizo recordar a la violencia.
Estoy volando; saben que pueden lastimarme pero estoy volando, aun ahora en el intersticio de lo escrito y lo escribiente, en el filo de la circunferencia de un volcan luminoso, soy el grito que maneja la piel como reposteria.
Nada va a ocurrir, las naves grises pueblan las coyunturas grises neumaticas y cromadas y cromaticas.
Nada va a inocularme, soy la vagina de todo.
Las negras sacan la basura de todo.
Hilos de soniditos que se agrupan en el horizonte me esperan y yo camino con dos patas.
Dos pies hablan de mi y estan chuecos. Dos ojos miran mis dos manos y estan listas.
Añadire algo de prosa para conformarlos a todos, quiero conformarlos a todos.
Por mucho que diga que no siempre quiero conformarlos a todos.
Nuestros hijos rosas esperan en la plaza, pueden hacernos daños, pueden hacernos añicos, por eso voy con mi cara de presidente por la calle; cualquiera puede quebrarme, soy de papel de devenir.
Señora deme sus bolsas, vaya a correr ahi adonde la aman, deje todo lo que tenga, vaya y llore por todos, aca la esperamos y vamos a seguir pensando en como solucionar todo este infinito chorrear de instituciones de pvc.
SE ME ENFRIA EL CAFÈ